Starlink ha cambiado la forma en que las personas acceden a internet de alta velocidad en lugares donde antes era imposible. Con más de 6,750 satélites funcionando en órbita baja, esta tecnología de SpaceX conecta comunidades remotas, barcos en el océano y viajeros en ubicaciones sin opciones de internet tradicionales.
Esta red satelital sigue creciendo para satisfacer la demanda de usuarios que buscan una opción confiable diferente a las conexiones por cable o fibra. Starlink es especialmente útil para personas que trabajan desde lugares apartados, familias en zonas rurales y empresas que necesitan conexión constante sin depender de torres o cables que pueden fallar durante tormentas.
Muchos usuarios de Starlink necesitan guardar su equipo por diferentes razones. Algunos se mudan temporalmente, otros viajan por meses, cambian de ubicación según la temporada o simplemente quieren proteger su equipo durante huracanes o tormentas fuertes. Esta necesidad de almacenamiento temporal es común entre los suscriptores del servicio.
Un kit Starlink representa una inversión importante que incluye la antena, el módem y otros componentes esenciales. Mantener este equipo en buenas condiciones durante el almacenamiento es crucial para que funcione correctamente cuando lo vuelvas a usar. Saber cómo guardar kit Starlink de manera adecuada protege tu inversión y asegura que tengas internet rápido cuando reactive el servicio.
En MiStarlink, hemos creado esta guía completa basada en nuestra experiencia ayudando a miles de usuarios con sus equipos Starlink. Te explicaremos cada paso del proceso, desde la preparación hasta volver a usar tu equipo, con consejos prácticos que realmente funcionan.

Antes de guardar tu kit Starlink, necesitas preparar el equipo correctamente para evitar daños. Este proceso empieza con apagar todo de forma segura, siguiendo pasos específicos que protegen los circuitos internos del equipo.
Lo primero es apagar el sistema usando la aplicación de Starlink en tu teléfono. Esto permite que el equipo se desconecte correctamente de los satélites, evitando cortes bruscos que pueden dañar el software interno. Después, desconecta la corriente del módem y espera cinco minutos antes de tocar otros componentes.

Limpiar la antena es muy importante en esta etapa. Usa un trapo suave y apenas húmedo para quitar el polvo, gotas de lluvia o suciedad de la superficie. No uses productos químicos fuertes porque pueden dañar la capa protectora de la antena que necesita para funcionar bien.
Los cables también necesitan cuidado especial durante la preparación. Enrolla cada cable con cuidado, sin hacer dobleces muy pronunciados que puedan romper las conexiones internas. Revisa visualmente todos los conectores y puertos para verificar que no tengan daños que puedan empeorar durante el almacenamiento.
Al final, toma fotos de cada componente para tener un registro del estado actual del equipo. Estas fotos te ayudarán a verificar que todo esté igual cuando vuelvas a usar tu Starlink después del almacenamiento.
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La antena es la parte más frágil de tu kit Starlink por su tamaño y superficie delicada. Para empaquetarla necesitas materiales específicos que la amortigüen sin presionar directamente la superficie receptora.

Envuelve la antena en varias capas, empezando con un material suave que toque directamente la superficie. Después añade capas más gruesas que absorban golpes externos. Asegúrate de que no haya objetos puntiagudos o ásperos cerca de la antena mientras la empaquetas.
Guardar adecuadamente tu kit Starlink es fundamental para preservar su funcionamiento y alargar la vida útil de este valioso equipo de conectividad satelital. Seguir los procedimientos correctos de desmontaje, empaquetado y mantenimiento durante el período sin uso garantiza que tu inversión se mantenga protegida.