¿Alguna vez te has imaginado tener internet en medio del desierto o en alta mar? Pues bien, el internet satelital está haciendo esto posible, conectando dispositivos directamente con satélites en el espacio.
Lo que parece sacado de una película de ciencia ficción es hoy una realidad que está transformando vidas en todo el mundo.
Esta tecnología no solo promete llevar el internet a cada rincón del planeta, sino también transformar la forma en que nos comunicamos, trabajamos y aprendemos.
El ascenso de China en la carrera del internet satelital
Elon Musk ha estado a la vanguardia de esta revolución tecnológica con su proyecto Starlink, que busca proporcionar acceso a internet en cualquier rincón del planeta. Sin embargo, China ha emergido como un nuevo competidor en esta carrera espacial.
El país asiático ha lanzado su propio programa de satélites, denominado Qianfen, con el objetivo de competir directamente con Starlink.
Según el portal JeuxVideo, China planea desplegar un total de 12,000 satélites bajo el proyecto Qianfen, comenzando con un primer lanzamiento en agosto de este año. Este proyecto, que arrancó en diciembre de 2023, pretende extender la cobertura global de internet a través de una serie de lanzamientos escalonados.
Pero Qianfen no es el único proyecto de internet satelital en China. El país también está desarrollando Guowang, una iniciativa que planea poner en órbita 13,000 satélites. Estos proyectos reflejan la determinación de China de desafiar el dominio de Starlink en el mercado de internet satelital.
Aunque Starlink ya cuenta con 4,700 satélites operativos y planea aumentar su flota a 12,000 para finales de 2025, China está posicionándose para ser un fuerte competidor en este espacio.
La entrada de China en la carrera del internet satelital no es el único desafío para Starlink. Empresas como Amazon también han anunciado sus propios proyectos de satélites, y Europa está trabajando en iniciativas similares.
Sin embargo, esta proliferación de satélites podría tener consecuencias para la observación astronómica, dificultando la visualización del cielo nocturno debido al número creciente de estos dispositivos en órbita.